TRADICIÓN
Los orígenes de Caleras de San Cucao se remontan a 1941, cuando D. Etelvino Vázquez Hermida constituye la empresa Caleras Asturianas con el fin de calcinar piedra caliza procedente de una cantera de su propiedad. Aunque en sus orígenes la cal obtenida estaba destinada a la fabricación de carburo cálcico en Castro Rial de Cee (A Coruña), en los años 50 la empresa empieza a desarrollarse de forma paralela a la creación de la Empresa Nacional Siderúrgica (ENSIDESA), siendo Caleras el primer proveedor de cal de la factoría de Avilés.
En el año 1969 se realiza la primera modernización de las instalaciones con el diseño, construcción y puesta en marcha del primer horno vertical automático con alimentación y extracción del producto mediante platos dosificadores. A la vista de los buenos resultados obtenidos, se construyen poco después tres hornos más, quedando de esa forma configurada la infraestructura de producción de la fábrica.
Este periodo de reforma alcanza también a la sección de transformado, adquiriéndose el primer hidratador automático y suprimiendo así el proceso de hidratación y apagado manual.
Del mismo modo, la explotación de la que se obtenía la materia prima fue creciendo mediante la adquisición de los terrenos colindantes, para ir conformando la actualmente denominada Mina Paula, de la que, además de la caliza puede extraerse piedra dolomítica. La disponibilidad de este material y el deseo de ampliar la gama de productos comercializados, se substancia, tras la realización de numerosas pruebas experimentales, en la diversificación de la línea de fabricación, añadiendo la calcinación de dolomía. Esta vía ha resultado ser de vital importancia, dada la relevancia que la dolomía calcinada ha ido adquiriendo en la industria siderúrgica, en la industria del refractario y en la agricultura.
En el año 2002, se aborda una importante evolución de la instalación, con la construcción de un nuevo horno de calcinación vertical regenerativo de corriente paralela, formado por dos cubas, que logra un intercambio de calor mucho más eficaz, reduciendo los costes energéticos y ambientales. Esta línea de calcinación está complementada con una planta de tratamiento de la cal con equipos de molienda, hidratación, mezclas y ensacado, dotando a la fábrica de una gran flexibilidad para satisfacer las necesidades de los clientes y las exigencias normativas relativas a la calidad, seguridad y medioambiente.
En noviembre de 2018 Caleras de San Cucao pasa a formar parte de la Corporación Masaveu, dentro de su División Industrial. Con ello la empresa adquiere un nuevo impulso tanto técnico como económico, y se beneficia de numerosas sinergias con otras compañías del grupo.
El proceso de integración ha sido el principal motor de la empresa en los últimos años, encaminando nuestros esfuerzos tanto a la mejora de las instalaciones para la plena adopción de los criterios de calidad, prevención y respeto ambiental de Masaveu Industria, como sobre todo hacia el crecimiento humano del personal de Caleras de San Cucao, con el objetivo de ser para nuestros clientes fiel reflejo de los valores de Confianza, Responsabilidad y Tradición.
Caleras de San Cucao pertenece a la Asociación Nacional de Fabricantes de Cal y Derivados (ANCADE). Está presente en todos los sectores en los que la cal y la dolomía tienen aplicación: siderurgia, metalurgia no férrica, construcción, medioambiente y agricultura, suministrando sus productos tanto a grandes empresas nacionales e internacionales, como a pequeños clientes locales y particulares.